LA GEOSFERA
Constituye la parte sólida
del planeta propiamente dicho, incluyendo los continentes y la plataforma
submarina.
Con el paso del tiempo,
los científicos han venido perfeccionando sus instrumentos y métodos para el
estudio de la Tierra; de esta manera se han obtenido numerosos datos a partir
de los cuales se formulan teorías cada
vez más acordes con la realidad, relacionadas con su estructura interna. Hoy se
acepta que la geosfera consta de una serie de capas concéntricas conocidas como
la corteza, el manto y el núcleo.
Los científicos a través
de la historia han desarrollo varios métodos, unos directos otros indirectos,
para estudiar la tierra.
La observación directa es
uno de los métodos directos empleados por los especialistas en ciencias de la
tierra para su estudio; sin embargo, la aplicación de este método se limita a
la superficie, las excavaciones de las minas y algunas perforaciones,
ninguna de las cuales alcanza más de 8
km de profundidad.
El estudio de materiales,
particularmente rocas, que afloran a la superficie terrestre debido a ciertos
procesos geológicos, también permite establecer las características de la
Tierra a 20 ó 25 km de profundidad.
Otra fuente de información
acerca del interior de la Tierra son los materiales arrojados por los volcanes;
estas sustancias provienen en algunos casos del manto superior. Fuera de estos
escasos datos no se tienen evidencias directas sobre la composición interna de
la Tierra. Los anteriores se conocen como métodos directos.
Indirectamente también es
posible estudiar el interior del planeta; así, por ejemplo, la composición
química de algunas rocas provenientes de profundidades relativamente grandes se
compara con la de ciertos meteoritos. Estos análisis, además de arrojar
información acerca de la estructura de la Tierra, sirven para establecer
algunas similitudes sobre el origen del planeta. En este aspecto, la
composición química de rocas terrestres y meteoritos indicaría un origen común
del planeta y los meteoritos.
De los métodos indirectos
el que más aportes ha dado para el conocimiento que hoy se tiene acerca del
interior de la Tierra es, quizá, el estudio de las ondas sísmicas u ondas
producidas por los terremotos.
Un terremoto es la
vibración que se produce por la ruptura de grandes masas de rocas bajo la
superficie terrestre o por su desplazamiento a lo largo de una ruptura. La
energía producida como resultado de estos fenómenos se desplaza en todas las
direcciones en forma de ondas.