domingo, 1 de junio de 2014

ESTRUCTURA DE LA TIERRA  

AUTOR:
MAYRA VIVIANA URIBE BARRERO


DIRIGIDO A: GRADO SÉPTIMO





“La tierra es nuestro refugio; ayudemos a protegerla y cuidarla ya que de ello depende el futuro de muchas generaciones”

INTRODUCCIÓN

La estructura de la tierra está constituida por la atmósfera, la hidrósfera, la biosfera y la geosfera que interactúan constantemente. La actividad humana ha alcanzado tal nivel de interacción con el sistema, que las alteraciones en la dinámica del planeta pueden ser quizá irreversibles.

El hombre también ha causado, sobre todo en los últimos 80 años, el cambio de la composición de la atmósfera con los desechos del desarrollo industrial, el dióxido de azufre, el humo y, en particular, los gases de los aerosoles y neveras, que amenazan con la destrucción de la capa de ozono de la atmósfera.  Al verse afectada la estructura de la tierra como consecuencia de tal destrucción se pone en peligro los recursos del planeta, como el aire que se respira, el agua que se consume, entre otros, que ponen en riesgo la salud de las personas.
ESTRUCTURA DE LA TIERRA

La tierra como un sistema

Es bien conocido que el planeta Tierra puede describirse a partir de cuatro subsistemas muy ligados: la atmósfera, la hidrósfera, la biosfera y la geosfera. Estos cuatro componentes pueden considerarse como fuentes y sumideros de elementos y sustancias que circulan dentro de ellos y entre ellos en forma cíclica, debido a los ciclos biogeoquímicos, de la energía y del agua.

De esta manera la tierra es un sistema dinámico que presenta estados de equilibrio por largos periodos.


LA ATMÓSFERA

La atmósfera de la Tierra, capa gaseosa que rodea el planeta, es el resultado de las interacciones físicas, químicas y biológicas entre la biosfera, la geosfera y la hidrosfera, sobre la superficie de la Tierra y sobre los océanos durante largos periodos. Mediante estas interacciones se intercambia calor, luz, agua y otras sustancias. Es sensible tanto a los cambios naturales como a los inducidos por el ser humano.

Los principales componentes de la atmósfera son: nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y argón. Los demás componentes, conformados por otros gases nobles, suman apenas 0.17% de la misma.


CAPAS DE LA ATMÓSFERA






LA HIDROSFERA

Está formada por toda el agua que existe en la Tierra, independientemente de que se encuentre en la fase sólida, líquida o gaseosa.
Nuestro planeta no debería llamarse Tierra sino “océano”, por cuanto al menos el 70% de la superficie está cubierta por mares y océanos. La llamada tierra firme está cambiando continuamente debido a otras manifestaciones acuosas como son los ríos y riachuelos, los glaciares y los campos de nieve.
Indiscutiblemente, es poco lo que conocemos de este planeta acuoso, a pesar de que los océanos vieron la aparición del hombre hace unos 35.000 años; a través de la historia, el ser humano ha visto en ellos una barrera, un espacio aislado. Sin embargo, no es muy difícil imaginarse la importante función integradora de los océanos en la dinámica del planeta.
La interacción cíclica del océano con la atmósfera determina las variaciones climáticas alrededor del mundo; pero, al mismo tiempo, los océanos son agentes estabilizadores del clima, además de grandes reservorios de gases disueltos que ayudan q regular la composición del aire que respiramos.

Aunque los océanos ofrecen abundantes recursos para la subsistencia de la humanidad, ésta, por ignorancia y mal uso, los tiene en crisis: los recursos pesqueros disminuyen, las ballenas están en vía de extinción, la contaminación aumenta y los ecosistemas de las costas se deterioran.

HIDROSFERA

LA BIOSFERA

Constituye la pequeña “zona” del planeta donde existe la vida; une la parte baja de la atmósfera con la geosfera y la hidrosfera. La biosfera permite el transporte de sustancias químicas y de agua mediante los ciclos biogeoquímicos y el ciclo del agua, y contribuye con el ciclo de la energía.
En unos 3.500 millones de años de evolución, los procesos biológicos han contribuido notablemente a modificar las características de la Tierra; de particular importancia ha sido la aparición de las plantas y los mamíferos, entre ellos el ser humano. Por el afán de mejorar sus condiciones de vida, el hombre sobreexplota la naturaleza destruyéndole sus equilibrios, mediante cambios en la vegetación, en los suelos, en las técnicas agrícolas y, en general, en el desarrollo industrial.

Éstas son algunas consecuencias directas o indirectas de la actividad humana sobre la misma vida: extinción de ciertas especies, privando así a las generaciones futuras de esos recursos, prolongación de la vida mediante drogas extraídas de las plantas y la introducción de especies generadas artificialmente por el hombre en sus territorios.


LA GEOSFERA

Constituye la parte sólida del planeta propiamente dicho, incluyendo los continentes y la plataforma submarina.
Con el paso del tiempo, los científicos han venido perfeccionando sus instrumentos y métodos para el estudio de la Tierra; de esta manera se han obtenido numerosos datos a partir de los cuales  se formulan teorías cada vez más acordes con la realidad, relacionadas con su estructura interna. Hoy se acepta que la geosfera consta de una serie de capas concéntricas conocidas como la corteza, el manto y el núcleo.
Los científicos a través de la historia han desarrollo varios métodos, unos directos otros indirectos, para estudiar la tierra.
La observación directa es uno de los métodos directos empleados por los especialistas en ciencias de la tierra para su estudio; sin embargo, la aplicación de este método se limita a la superficie, las excavaciones de las minas y algunas perforaciones, ninguna  de las cuales alcanza más de 8 km de profundidad.
El estudio de materiales, particularmente rocas, que afloran a la superficie terrestre debido a ciertos procesos geológicos, también permite establecer las características de la Tierra a 20 ó 25 km de profundidad.
Otra fuente de información acerca del interior de la Tierra son los materiales arrojados por los volcanes; estas sustancias provienen en algunos casos del manto superior. Fuera de estos escasos datos no se tienen evidencias directas sobre la composición interna de la Tierra. Los anteriores se conocen como métodos directos.
Indirectamente también es posible estudiar el interior del planeta; así, por ejemplo, la composición química de algunas rocas provenientes de profundidades relativamente grandes se compara con la de ciertos meteoritos. Estos análisis, además de arrojar información acerca de la estructura de la Tierra, sirven para establecer algunas similitudes sobre el origen del planeta. En este aspecto, la composición química de rocas terrestres y meteoritos indicaría un origen común del planeta y los meteoritos.
De los métodos indirectos el que más aportes ha dado para el conocimiento que hoy se tiene acerca del interior de la Tierra es, quizá, el estudio de las ondas sísmicas u ondas producidas por los terremotos.

Un terremoto es la vibración que se produce por la ruptura de grandes masas de rocas bajo la superficie terrestre o por su desplazamiento a lo largo de una ruptura. La energía producida como resultado de estos fenómenos se desplaza en todas las direcciones en forma de ondas.

TIPOS DE ONDAS

Un movimiento ondulatorio puede considerarse como una perturbación que se propaga de un punto a otro en un medio por vibración de las partículas que lo forman. De esta manera, en un movimiento ondulatorio hay transporte de energía pero no de materia.
Cuando se produce un terremoto se liberan grandes cantidades de energía en forma de ondas: unas internas, que viajan a grandes profundidades, y otras superficiales, que se desplazan por la superficie. Algunas ondas internas regresan a la superficie en lugares muy alejados de donde se produjo el terremoto.
Según el movimiento de las partículas del medio de propagación, las ondas pueden ser longitudinales o transversales. Son longitudinales o de comprensión cuando las partículas vibran paralelamente a la dirección del flujo de energía. Estas ondas se propagan en sólidos, líquidos y gases.
Las ondas son transversales cuando la vibración de las partículas se produce en forma perpendicular a la dirección del flujo de energía. Estas ondas no se propagan en los gases ni en los líquidos.

En la Tierra, las ondas internas son longitudinales o de tipo P, y transversales o de tipo S. La velocidad de las ondas P es mayor que la de las ondas S.



ONDAS LONGITUGINALES
CONCLUSIONES

   1.  La tierra es un sistema dinámico que presenta estados de equilibrio por largos periodos. 
   2.  Mediante las interacciones de la atmósfera se intercambia el calor, la luz, el agua y otras sustancias.
   3.  La atmósfera comprende la troposfera, la estratosfera, la mesosfera y la termosfera.
   4.  Toda el agua que existe en la Tierra, independientemente de que se encuentre en la fase sólida, líquida o gaseosa, forma parte de la hidrósfera.
    5.  Las ondas de radio se reflejan en la ionosfera, que es una capa importante de la termosfera. 
   6.  La biosfera está constituida por todos los lugares de la Tierra en donde existe la vida; incluye el agua, la tierra y el aire.

  7.  El estudio de las ondas sísmicas suministra datos de la estructura interna de la tierra.

BIBLIOGRAFÍA

Estructura de la tierra, pág. (4-13)
Ciencias Interactivas
Grado 7º
Autores Fidel Antonio Cárdenas Salgado, Carlos Arturo Gélvez Sánchez, Jorge Adolfo Nieto Díaz, Manuel Antonio Erazo Parga.